El cuestionario cabañil: Leticia Díaz de la Morena
Leticia es fotógrafa y fan de las cabañas. Su refugio estaría a una hora de Madrid, en un bosque de esos tupidos a lo Twin Peaks y en forma de A. Y sonaría Death Cab for Cutie, no puede gustarme más ❤
Leticia es fotógrafa, de esas a las que admiras muchísimo por su ojo, su delicadeza y su manera de mirar a los demás. Desde Viggo Mortensen a Najwa Nimri, en el mundo del cine y la moda, tiene una sensibilidad única. Pero también, es una de mis capricornio favoritas porque es una gran amante de las cabañas y superfan de El Club de la cabaña. Así que tarde o temprano, tenía que traerla a esta entrevista.
¿Tu cabaña perfecta estaría en la montaña o en el mar? ¿Por qué?
Me encantaría decirte que frente al mar, pero siendo honestos, tener un refugio a un mínimo de tres horas de mi casa complica bastante las visitas a ese lugar de desconexión. Sé que estamos soñando, pero también hay que proyectar, así que me gustaría que estuviera en un bosque, cerca de un pequeño lago o río, y no a más de una hora de mi piso en Madrid. Que en el ambiente de los alrededores flote esa atmosfera que solo tiene Twin Peaks. No me importa que llueva, pero por favor, que nunca nieve. Odio la nieve.
Explícame un poco cómo sería.
Espero que sea respetuosa con el entorno y construida con material sostenible, desde la estructura hasta el mobiliario. Tendría forma de A y la fachada principal sería acristalada para sentirte completamente en contacto con la naturaleza.
Contaría con dos terrazas, una orientada al este y otra al oeste, para poder ver el amanecer o el atardecer según el día. No habría mobiliario de más, solo lo necesario para descansar y convivir, aunque sí incluiría una chimenea bonita, una librería grande y preciosa y una mesa grande para reunir a amigos a comer. La fachada estaría pintada en gris pizarra. En el exterior habría una hamaca, un pequeño invernadero para plantar cosas y, claro, una piscina.
Leí una vez que entre la vida que llevamos y la vida con la que fantaseamos está ese lugar de la mente en el que en realidad vivimos la mayoría de nosotros. Espero que sea así
¿Cuál es ese momento en el que desconectas del día y que es más "cabaña" para ti?
Me encanta salir a la terraza de mi casa con un café recién hecho y el libro que esté leyendo, y aprovechar para regar las plantas. Hago del momento café un ritual de cuidados para mí, tengo siempre en casa café y leche (de avena) ricos, muelo el café, espumo la leche...
Si es invierno, cambio la terraza por el sofá, enciendo una vela y me tapo con una mantita.
¿Qué no podría faltar nunca en tu cabaña?
Luz, café, libros, mantas de punto (me llevaría una manta de lana gigante que me hizo Encarna, la madre de mi mejor amiga, que sigue como el primer día), sudaderas anchas y mullidas. En la cocina: queso artesano, pan rico y mantequilla.
Flores naturales y velas, a ser posible de The Singular Olivia, que son respetuosas con el medio ambiente y se hacen en España.

Un libro para leer por las tardes en el porche
Siempre me cuesta elegir una sola cosa, pero supongo que cualquiera de Sally Rooney.
¿Qué canción o grupo sonaría siempre?
Death Cab for Cutie. No se me ocurre mejor disco para escuchar en un bosque que Transatlanticism.
Un hotel con espíritu cabañil o una cabaña a la que harías una escapada sin dudarlo.
Consolación, un hotel increíble que está en Monroyo, Teruel. Las habitaciones son pequeños cubos independientes, con una terraza maravillosa desde donde ver el atardecer, chimenea en su interior, y un hueco en el suelo que es una bañera. Si vas en verano tiene piscina.. Es moderno y, a la vez, un lugar cabaña en plena naturaleza.
Consolación es una de las propuestas en la naturaleza seleccionadas en nuestra Guía de Escapadas Cabañiles. Si quieres hacerte con ella, hazlo aquí y actualiza tu suscripción:
Se vende isla con cabaña en Suecia por 320.000 euros. Se encuentra en Vänersborg, y tiene tres dormitorios, 150 metros cuadrados y una sauna, todo entre este minibosque tan bonito. Todas las habitaciones dan al paisaje, son luminosas y mira, perfectas para huir los veranos y descansar.




Hay que tener en cuenta que este tipo de casitas de verano suelen estar desconectadas del agua corriente y de la electricidad, pero eh, merece la pena porque ese trocito de tierra es como comprarte un piso en Málaga o Madrid, y me arriesgo a decir, con el mercado como está, que hasta más económico. A mí me encantaría decir que soy propietaria de una isla en el país de las cabañas.
Muchas veces me he imaginado lo fascinante que sería pasar una temporada en una isla como esa en Vänersborg. Mis necesidades sociales se ponen en estado de alarma si pienso en estar más de una semana, pero estoy convencido de que sería toda una experiencia.
Y visto el precio de comprar la isla, ¡lo mismo alquilarla una semana es hasta asequible!
Jajaja me pasa lo mismo que a Miguel y a ti. Pienso ... Maravilloso. Y luego pienso en el invierno, la oscuridad y se me pasa.