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Una cabaña de color rojo que es toda una declaración de intenciones. Una casa colgante en Tenerife para descansar y la última novela gráfica de Laura Agustí y su nueva vida en Nevá.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
En Japón todo es diferente. Y deberíamos siempre tomar nota de esa cultura tan ancestral de respeto al entorno natural y a la sostenibilidad. Resulta que allí, cuando van a construir una carretera, no talan los árboles, los desplazan y los colocan con cuidado y mimo en otro lugar para que sigan creciendo. Lo he leído aquí.
Empezamos.
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La arquitecta e interiorista Aleksandra Hyz decidió diseñar una casa de madera en el bosque para compartir los veranos y fines de semana con su familia y amigos, un lugar en el que disfrutar juntos en Brok, Polonia, reinterpretando la idea de cabaña tradicional y convirtiéndola en un espacio al que le gustaría mudarse. La clave de todo el proyecto era muy clara: adaptarse al entorno y respetar el paisaje pero desde un punto de vista creativo. Y así nació esta cabin de color rojo.



Aunque está inspirada en esa arquitectura vernácula escandinava de techos rojos, la idea va mucho más allá: toda su fachada es un tono fresa-granate, una gama fuera de la norma y que contrasta de una manera muy natural con los árboles. Además, todo el edificio se adaptó a esta línea más contemporánea: las ventanas se colocaron de acuerdo al interior, no al exterior, con diferentes tamaños y disposiciones para enmarcar el bosque y que se formaran “cuadros” naturales desde cada estancia.
En sus pequeños 65 metros cuadrados alberga una cocina abierta al salón, y en el primer piso, la zona de dormitorios. Sin embargo, para ampliar el espacio, ideó un sistema de entreplanta que se puede convertir en habitación también —y en la que caben hasta seis colchones— al que se accede desde una escalera metálica del mismo color rojo de la fachada, conectando lo de dentro y lo de fuera.




Todo el interior está revestido en madera tratada de color natural, en contraposición a lo de fuera, guardando esa sensación de calidez y de espíritu cabañil e incluso rozando una estética muy minimalista. El corazón de esta cabaña es el salón, inspirado en la época de los cincuenta y sesenta, con mobiliario muy interesante y vintage (como las sillas 4500 Dietiker, un sofá de Ikea de los 2000 y muchas piezas de artesanos polacos locales).
Yo estoy de acuerdo con Aleksandra, viviría en ella sin pensármelo.
Esta semana viajamos a Can Lia, una cabaña colgada a siete metros de altura en Tenerife, con vistas al mar y al Teide. Todo un lujo sostenible y en un bosque de pinos. Puedes reservar aquí.
Francesco Pirazzi, Fortress (2023). Óleo sobre lienzo.
Freilichtmuseum Glentleiten es un museo al aire libre en la Alta Baviera, dedicado a los edificios históricos de la zona: las cabañas. Cuenta con más de 60 casas que han sido reconstruidas con las técnicas tradicionales: troncos de madera de abeto encajados unos con otros, apilados para formar las paredes y recubiertos en las esquinas con musgo para proteger.
En este espacio natural recrea la vida rural desde el siglo XVII hasta el XX, su cultura y cómo han determinado la arquitectura y vida actual en Baviera y los Alpes Bávaros, determinando la estructura de las comunidades rurales hasta la actualidad. En el interior de algunos de estos refugios de montaña se conservan las cocinas, los dormitorios o las Kaserstöckl donde las lecheras transformaban la leche en mantequilla.
Lo descubrí en Google Arts and Culture, rincón fantástico de internet.
Esta semana, la productora A24 anunció la edición especial del guion de Past Lives y claro, tuve que ponerlo en mi lista de deseos. Y de repente, navegando entre toda su tienda online (hablemos de lo fascinante que es que una productora de cine tenga una tienda tan chula y sea objetivo de coleccionismo absoluto) me encontré con la cabaña en el árbol de Hereditary —aquellos que sois fans del terror sabéis de lo que hablo— para hacerla al estilo casita de jengibre de Navidad. Una fantasía.
Mi amiga Laura Agustí ha estrenado la primavera con libro nuevo bajo el brazo. Hace poquito lo presentó en Barcelona y Madrid y en Sant Jordi estará firmando seguro. Furor botánico es, para mí, su proyecto más ambicioso. Se ha adentrado en el mundo de las ilustraciones a color y en contar, en primera persona, lo que ha sido para ella emocionalmente, abandonar una ciudad como Barcelona y mudarse a un pequeño pueblo de los Pirineos a una casa de piedra familiar. Un recorrido por su infancia en Teruel, las mujeres que la rodean y por su amor por las plantas y la naturaleza.
¡Hola! Buenos días. Sólo quería decirte que amo tu newsletter cabañil. La leo desayunando y me da muchísima paz. Me imagino en esos lugares, tranquila, con mi taza de té y mi libro... o mis acuarelas, y la mañana ya va de otra manera. ¡Gracias!
Cuanta inspiración 😍