#120
Esta semana, una cabaña de madera en Japón que es un ejemplo de sostenibilidad y tradición. Una escapada a la Galicia más verde y gastro, y la moda de los baños de bosque que inunda redes sociales.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Me ha encantado este artículo que da una explicación científica a por qué nos gusta tanto el crepitar de la madera en la chimenea y de las velas, y cómo nos relaja. ¿Hay algo más cabañil que eso? No lo creo. Aprovecho para abrir el melón —ahora que ya vuelve el frío— de poner en la televisión esos vídeos de Youtube con chimeneas encendidas maravillosas de fondo, tendencia de la que hasta Netflix se hizo eco (y que suele ser la que más pongo en casa).
Esta cabaña en Japón es todo un ejemplo de cómo la naturaleza puede convivir en equilibrio con el ser humano en un bosque que es Patrimonio Mundial con cedros milenarios. Una cabaña que ha recibido dos de los premios más prestigiosos de arquitectura del mundo (el iF Design Award y el A+Awards) y que ha utilizado la arquitectura regenerativa como base. La isla de Yakushima es el paraíso perfecto para este refugio de maderao, rodeado de montañas de más de 2.000 metros en un entorno muy lluvioso.
Diseñada por el estudio nipón To-No, la vivienda recupera la idea de vivir de manera básica y en paz con el medio ambiente. Con un diseño discreto, que se integra con los árboles ancestrales, encuentra también el equilibrio de la tecnología con la tradición, permitiendo una vida cómoda, agradable y contemporánea con la herencia japonesa. Sumu Yakushima es su nombre, y no es casual, ya que Sumu significa “vivir” y “aclararse”, expresando su concepto básico de vivir de un modo que repercuta positivamente en el paisaje.
Por otro lado, explora la arquitectura sostenible y regenerativa desde un punto de vista energético, ya que no está conectada a la red y todo funciona por energía solar, baterías y leña. Está totalmente aislada, lo que mejora la temperatura en el interior, creando un hábitat cálido durante todo el año. Su interior tiene ese estilo japandi (minimalismo japonés con inspiración escandinava) que la convierte en todo un santuario de ventanales enormes por el que entra el bosque.
Admiro cómo los japoneses saben crear una sensación emocional y espiritual en sus edificios. Y me encanta.
Esta semana te propongo una escapada de lujo rural a Galicia, con gastronomía de estrella y la magia de la Costa da Morte. Retiro da Costiña es el lugar perfecto para desconectar, un complejo de siete refugios diseñados especialmente para descansar y disfrutar de la naturaleza, a un ritmo más lento. Todo ello enmarcado dentro de Costiña, el restaurante con una estrella Michelín del chef Manuel Costiña. Cocina de proximidad, con respeto al sabor y elegancia.
Escribí sobre el proyecto hace unos días en AD por si quieres saber más de estas cabañitas de aire futurista. Y puedes reservar aquí.
Vasily Kandinsky. Landschaft mit welligen Hügeln (1910). Óleo sobre lienzo.
Últimamente he estado viendo artículos que hablan sobre los baños de bosque para resetear del estrés de la ciudad, y de cómo se ha convertido en una excursión de networking para grupos y empresas. Me fascina pero a la vez me rechina un poco, porque siempre he pensado que un baño de bosque es una actividad para hacerla en soledad, donde realmente desconectas de todo, sin móvil, sin conversaciones u otras voces alrededor.
Para el que no esté muy al día, los baños de bosque o shinrin-yoku provienen de Japón, y se trata de una terapia —o mejor dicho, práctica, que consiste en pasar tiempo en el bosque, escuchando y mirando para reencontrarse con la naturaleza y desconectar. En los últimos años se han convertido en una parte importante para la salud, sobre todo allí, con multitud de estudios que avalan su práctica y la mejora del estrés, el sueño, la ansiedad o la depresión. Y ahora, importado a occidente, pues la moda ha explotado y todo el mundo quiere su terapia de bosque particular.
Puedes leer un poco más sobre este fenómeno en este artículo de El País y en National Geographic.
Se vende isla con cabaña en el lago Cowichan en Vancouver (Cánada). Una de las pocas que hay en este lago, lo que permite mucha privacidad y disfrutar de los espectaculares bosques canadienses. Por 1,5 millones de dólares canadienses puede ser tuyo este capricho de jueves.
¿El queso como estilo de vida? Que se lo pregunten a Clara Díez, fundadora de Formaje y una de las mayores conocedoras del mundo del queso en este país.
«El queso nos enseña que es posible extraer riqueza de fenómenos aparentemente destructivos (como la descomposición) y es una alegoría constante de los procesos vitales que estamos destinados a transitar, especialmente los de transformación».
Leche, fermento y vida. Cómo el queso cambió mi visión del mundo, escrito por Clara, es un ensayo lleno de experiencias e historia sobre el queso artesano y, sobre todo, por su pasión. Además, la edición es una verdadera belleza, desde la portada a la maquetación, cuidados al máximo detalle.
Empieza la temporada de fondue y raclette, con lo que también, es el momento favorito de los amantes del queso (como servidora), así que aprovecho que he hablado el libro de Clara Díez para recomendaros el pack de quesos raclette que tiene en Formaje. Cuatro quesos con cuatro variedades: natural, ahumada, pimienta, trufado y un Morbier la mar de rico. Una excusa perfecta para organizar una cena de otoño con amigos.
La foto de portada es de una preciosa cabaña de madera en la costa de Noruega, inspirada en los refugios de los antiguos pescadores nórdicos. Es de pino pro dentro y por fuera y es pequeña, tan solo 47 metros cuadrados. Las vistas son espectaculares y me tiene obsesionada desde hace días.