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Una cabaña en forma de A en el corazón de Nueva Zelanda. Unas treehouses a una hora de Bilbao para pasar el fin de semana. Compra una isla en Finlandia y conviértela en tu nuevo negocio.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Mientras os llega este boletín, yo estoy camino a Niza para ir a ver una de las cabañas más interesantes de la historia de la arquitectura. Le Cabanon de Le Corbusier se encuentra en la costa francesa. Hace un tiempo os hablé sobre ella, y ahora la veré en directo por dos razones —llamémoslas proyectos— que aún no os puedo contar. La historia de esta cabaña es peculiar, no solo en la parte arquitectónica y teórica, sino porque en su momento fue uno de los cotilleos más interesantes de la generación de arquitectos y diseñadores de la década de los cincuenta por el enfrentamiento que le supuso con la genial Eileen Gray.
Empezamos.
Hoy vuelve uno de los clásicos cabañiles más famosos a esta sección: una cabaña en forma de A. La reinterpretación de este refugio triangular fue idea de la propia familia, que quería una casa de vacaciones que les permitiera descansar pero también explorar los bosques locales. De este modo, encontraron una parcela perfecta en Castle Hill Village, una de las zonas de esquí y montaña más importantes de Nueva Zelanda.
La estética alpina fue clave en todo el diseño de la cabaña. Se construyó entre dos árboles, y se adaptó a ese tamaño, para no talarlos y que enmarcaran de alguna manera el edificio otorgando, por otro lado, una sensación de refugio e intimidad. Está formada por dos plantas, la principal está totalmente abierta, no solo en el interior, sino al paisaje a través de un enorme ventanal con hierro forjado que disipa lo que está dentro de lo que está fuera. En los laterales de la cabaña se encuentran los dormitorios y en la parte superior, un pequeño altillo a modo de habitación de invitados y estudio.
La fachada está forrada de paneles de madera maciza local sin tratamientos químicos, con la idea de que el color y la forma se vayan integrando con el paisaje a lo largo de los años. El tejado a dos aguas es de chapa ondulada adaptada a los cambios de tiempo, sobre todo a las fuertes lluvias y la nieve. Además, el suelo es de corcho de cultivo renovable de la zona. Gran parte de la estructura se fabricó en una nave, disminuyendo así la huella de carbono de la construcción y trasladando las piezas para montarlas directamente, casi como si se tratara de una casa prefabricada. De este modo, también ahorraron costes y el proyecto fue más sostenible con el medio.
Una cabaña pensada y preparada para ser sostenible y combatir los retos climáticos del futuro.
Dormir en la copa de un árbol es un sueño de infancia de muchos. Este alojamiento tan peculiar en Euskadi, a menos de una hora en coche de Bilbao, es un gran plan para este otoño. Contacto directo con la naturaleza en un bosque frondoso y a la altura de las ramas de un árbol. Para mí, es un plan perfecto.
Tienen varias cabañas a elegir y puedes reservar en su web.
Lawren Stewart Harris, Houses, Richmond Street (1911). Óleo sobre lienzo.
Finlandia es uno de los países con más islas en venta (y desiertas) en el mundo, no es de extrañar, tienen más de 50.000 si la memoria no me falla. Entre ellas, pues de vez en cuando hay chollos. Y esto es lo que les pasó a una pareja, que compró una isla muy económica, construyeron una cabaña sostenible y ahora la alquilan por la friolera de 2400 euros la noche.
Un negocio redondo. He encontrado la historia en Xataka.
Jenny Kozena es una diseñadora de interiores que dio el salto de Londres a California, y aquí, decidió dar vida a una idea muy particular: una minicabaña para descansar inspirada en la antigua California, que fuera un homenaje a un tipo de vida que tenemos olvidado en las grandes ciudades con edificios muy homogéneos y aburridos. Tiene tan solo 11 metros cuadrados pero no le falta nada.
Siempre voy a la busca y captura del cuaderno perfecto para escribir; para mí, la textura de las hojas y el tipo de bolígrafo es muy importante. Si son demasiado rugosas, no me gusta, tampoco que brillen o sean excesivamente finas. Y claro, cuando conocí este papel coreano, me enamoré al instante. Hanaduri, marca de Corea (reyes en stationery) tiene una colección llamada Edge que está hecha con papel hanji, que proviene de la corteza de la morera, lo que lo hace, además, ecológico.
Los tienes en varios tamaños y diseños de portada muy chulos. Puedes comprarlos en Genunine.
Notas de esta edición:
El cottage tan bonito de portada es de Instagram.