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Un cottage de 27 metros cuadrados en el corazón de Suecia al que te mudarías con los ojos cerrados. Un fin de semana cabañil y gastronómico en Tarifa. David Foster Wallace y el silencio.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Con lo que me gusta la primavera, yo sigo algo despistada con este verano adelantado, lo confieso. Muchos estudios revelan que pasamos el 90 % de nuestro tiempo en interiores; qué triste tener tan poco contacto con la naturaleza. Así que, aprovechemos este tiempo y salgamos fuera, contemplemos el cielo, dejemos de mirar al suelo —o al móvil— cuando caminamos y respiremos un poco.
Si algo tiene de platónico Suecia o Noruega, es que en mitad de la ciudad puedes encontrarte pequeñas cabañas que son hogares perfectos que desconectan de la urbe. En Gotemburgo, el interiorista e influencer Hannes Mauritzson compró el año pasado un pequeño cottage rojo en un barrio cerca del centro. Esta cabaña se llama kolonistuga, que son pequeñas casitas de madera habitables que se encuentran en los huertos urbanos y en las que se puede vivir entre primavera y otoño.
Este refugio tan peculiar mide tan solo 27 metros cuadrados (pero mirando las fotos, no hace falta más espacio, ¿verdad?). Hannes la ha restaurado por completo y con una mano de pintura, arreglando la madera y un par de detalles, lo ha convertido en su retiro perfecto para pasar fines de semana y veranos. Un interior propio de cualquier novela de época, con rincones en los que devorar libros durante horas.
Aquí tienes un pequeño tour por su cabañita, de esos que ponen los dientes largos, largos:
Esta semana una propuesta algo especial (y personal). Si estás suscrito desde hace tiempo, sabes que el año pasado tuve la oportunidad de disfrutar de un fin de semana en las cabañas canadienses de TEACAMPA en Tarifa, y fue una experiencia divertida, relajada y con un paisaje fantástico.
Su equipo me propuso hace unas semanas montar algo juntos, y claro, a mí que me gusta tanto comer, pues no he podido más que proponer un fin de semana con taller gastronómico en sus cabañas. El último fin de semana de mayo (del 26 al 28) vive una experiencia japonesa de la mano de la chef Laura Ochoa (que es un amor), con un taller de cocina japonesa.
Este pack es para dos personas (pareja de vida, de amor, de amigos, todas las parejas bienvenidas) e incluye estancia en la cabañita Breña durante dos noches y el taller de cocina japonesa el sábado. Solo os digo que está gustando, que las plazas son limitadas, y que merece —mucho—la pena la escapadita a esta zona y disfrutar del paisaje, la buena comida y un descanso merecido.
Tienes toda la información, precios y reserva aquí.
Este domingo vuelve la edición extra de La cabaña en la que querríamos vivir. Recuerda que si quieres recibirla (además de otros contenidos), puedes cambiar tu suscripción y, por solo 5 €/mes, disfrutar de este contenido exclusivo y mucho más.
Vasily Kandinsky, Pond in the Park (Parkteich). Óleo sobre tabla de madera.
Esta reflexión de David Foster Wallace sobre el silencio, la tranquilidad y el tiempo con uno mismo:
Esta cabaña se ha hecho con materiales reciclados y solo ha costado 56.000 euros. Está en República Checa y me ha parecido una maravilla. Está inspirada en las casas rurales tradicionales de la zona (de ahí su color rojo), pero tiene ese toque hygge de las cabañas nórdicas. Un experimento con un resultado bien bonito.
Puedes leer la historia en Dwell.
Estas biblioteca también es para los más pequeños fans del club. Cómo hacer una casa en un árbol es uno de mis últimos descubrimientos. Un libro infantil, escrito por Carter Higgings e ilustrado por Emily Hughes, donde la premisa es que “todo lo que necesitas para hacer una casa en un árbol es tiempo, mirar hacia arriba e imaginar”.
Un curioso manual de instrucciones llenos de aventuras, donde se pueden encontrar muchas casas de árbol, historias y, sobre todo, imaginación. Lo edita Libros del Zorro rojo y es de esos que me habría gustado tener de pequeña.
Algunas notas de esta edición:
La cabaña de portada está en Islandia.
He descubierto que Suki Waterhouse (por cierto, vestidazo y maquillaje a juego que llevaba en la gala del MET) no solo es modelo y actriz y canta fantásticamente, sino que además tiene algunos álbumes publicados. Me he enamorado mucho de su personaje en Daisy Jones and the six y grata sorpresa descubrir la canción que os he compartido hoy de banda sonora.