El cuestionario cabañil: Anabel Vázquez
El mix perfecto para la cabaña de Anabel está entre las Highlands escocesas y el Alentejo más blanco de Portugal, con coplas, piscina y buen pan.
Anabel Vázquez es detective de piscinas, como yo de cabañas, como me dice ella. Es periodista y escribe historias bellísimas sobre lugares más bellos aún en Traveler o El País, y además, es cofundadora de Laconicum. Y sus viajes, ay, sus viajes, en los que me perdería (mejor aún, me metería en su maleta sin que lo supiera). Se autodenomina hotelófila, piscinófila, masajófila, y con toda la razón. Su libro, Piscinosofía (Libros del K.O.) fue mi lectura de verano favorita, por supuesto disfrutada mojándome los pies en una piscina.
¿Tu cabaña perfecta estaría en la montaña o en el mar? ¿Por qué?
Me abruma la Naturaleza dramática, me gusta la pacífica. La imagino entre árboles, en un lugar sinuoso, sin furia, a no más lejos de 2 horas del mar y cerca de un pueblo. ¿Puedo pedirme un lago o una piscina? Lo quiero todo.
¿Cómo sería?
Sería intimista, sólida, de una planta, con chimenea, flores naturales y sofás mullidos. Sería un cruce imposible entre una casa alentejana y una cabaña de las Highlands.
¿Cuál es ese momento en el que desconectas del día y que es más ‘cabaña’ para ti?
Es ese que sucede al despertarme, cuando aún la ciudad y el mundo no lo han hecho. Sin salir de la cama, en silencio absoluto tomo un café, veo una serie o una película, edito un texto, pienso. Me da fuerza para el resto del día. Concentra muchos de mis placeres: la paz, el Cine, la indolencia.
¿Qué no podría faltar nunca en tu cabaña?
Flores, luz, pan delicioso, lino y wifi; siento el contrapunto antipoético, pero la desconexión total no me resulta atractiva.
Un libro para leer por las tardes en el porche
Uno que pueda abrir por cualquier página, como los Cuentos Completos de Cortázar. O uno de Jhumpa Lahiri, Muñoz Molina o de Annie Ernaux.
¿Qué canción o qué grupo sonaría siempre?
Coplas. Y yo cantaría.
Un hotel cabañil o una cabaña a la que harías una escapada sin dudarlo.
¿Solo uno? Conocí Kokos Huis y lo sentí muy cabaña, oliendo a leña. Llevo tiempo obsesionada con Eilean Shona y sus cottages. Cualquiera de las casas de The Addresses me interesa.
Me apetece recluirme en el valle del Hudson, en lugares como estos: Bluebird Hotels, Hotel Lilien, Eastwind Hotels.
Me embalo. El mundo entero está lleno de cabañas reales o figuradas.
Que sí, que esta cabaña vale medio millón de libras, soy consciente, pero esas vistas de la isla de Skye bien lo merecen. Una casa con corazón escocés y un toque nórdico totalmente aislada de la ciudad. Diseñada por la arquitecta Mary Arnold-Forster (MAFA Architects), está inspirada en las casas vernáculas y tradicionales de la zona.
La tienes en venta en The Modern House.
Yo también tengo un no sé que con las piscinas, aunque tarde la vida en animarme a zambullirme.