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Una cabaña escondida en Portugal. Una escapada a la isla Skye para el fin de semana. Un museo de sonidos perdidos y Cicely como la cabaña televisiva para desconectar.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Hay algo en Doctor en Alaska que me reconforta hasta niveles inimaginables. Ese concepto de comfort tv que ahora está tan de moda es lo mejor para momentos extraños de la vida en los que te sientes con una especie de encefalograma plano por dentro y quieres desconectar de la realidad. Y Cicely es el lugar, es esa cabaña dentro de la televisión. Sus árboles, sus historias, sus vecinos. En la tercera temporada, hay un capítulo en el que el doctor Fleischman y Maggie se quedan en silencio, en mitad del bosque, escuchando el sonido de los árboles, porque según el periódico local, los árboles podían hablar. Ves el plano de ellos, mirando el paisaje, con esa naturaleza de fondo, sin pensar en nada más y entnces, fundido a negro. Me habría quedado a vivir en ese minuto de metraje.
Esta serie es mi cabaña particular en estos días, como para muchos de vosotros lo es este espacio.
Empezamos.
Imagina dormir con el sonido del río y los árboles moviendo sus hojas y a la vez abrir los ojos y encontrarte en el bosque más frondoso. Pues no hay que irse muy lejos, ya que la cabaña de esta semana está al norte de Portugal, en una de las zonas más bellas del país.
Una cabaña que pasa desapercibida y cuya idea es precisamente esa, que pase en segundo plano entre la vegetación del lugar. El estudio portugués Mima Housing, especializado en sostenibilidad y cabañas de madera, ha sido el culpable de convertir un antiguo granero en todo un refugio único y muy especial. El contexto geográfico se convierte en el escenario perfecto para desarrollar este proyecto, inspirado en los diseños de Herzog&de Meuron o Vincent van Duysen, siempre llenos de coherencia y cierta poesía en su arquitectura.
Los materiales son los grandes protagonistas. El tejado de pizarra, típico de la región, se ha realizado reciclando piezas extraídas de ruinas locales. La madera oscura añade ese tono más dramático e incluso japonés, recordando a las minkas tradicionales de las áreas rurales.
El interior es cálido, con colores tierra y beige que conectan con la naturaleza del exterior, suelos de microcemento y detalles en metal negro. La luz se va intercalando entre las ventanas y aperturas, creando su propio lenguaje, como si fuera una escultura que se va moviendo durante el día y la noche, cambiando las estancias.
La cabaña es parte del paisaje y genera un nuevo paisaje; una simbiosis entre naturaleza y arquitectura que es sinónimo de lo que es la cabaña: ese lugar donde desconectar de todo y volver a formar parte de lo más esencial del hombre.
La isla de Skye es uno de esos paraísos que están en la lista de obligados para los amantes de Escocia. Esta cabaña es minimalista y es la imagen que saldría en el diccionario al buscar la palabra desconexión, sin duda. Cabañas de madera con un toque muy minimalistas y centradas en lo que verdaderamente es importante: el paisaje.
Wood h tiene vistas panorámicas al lago Loch Pooltiele y a islas cercanas, cuenta con chimenea, suelo radiante y un diseño exquisito que recupera la esencia de las cabañas de las Highlands pensado por Dualchas, un estudio de arquitectura local.
Se puede reservar en su web.
Este domingo vuelve la edición extra de La cabaña en la que querríamos vivir. Recuerda que si quieres recibirla (además de otros contenidos), puedes cambiar tu suscripción y, por solo 5 €/mes, disfrutar de este contenido exclusivo y mucho más.
Akseli Gallen-Kallela, Lake Ruovesi in winter (1916). Óleo sobre lienzo.
Existe un museo online encargado de conservar sonidos. Sí, como lo lees. Desde máquinas de escribir a cajas de música, pasando por cámaras de fotos o cintas de cassette. Una biblioteca de sonidos de tecnología antigua. El proyecto se llama Conserve the Sound y en este video os cuentan un poco más sobre cómo es su proceso:
Fascinada con esta pareja que ha transformado su caravana en todo un pequeño bosque (o cabaña sobre ruedas, como ellos la llaman) y exploran a modo nómada toda Europa.
En Instagram cuentan su aventura.
El otro día tuve el placer de grabar un episodio de Hotel Jorge Juan con el fantástico Javier Aznar (pronto os cuento más), que me regaló una edición en cómic del clásico de Thoreau, Walden. Thoreau en Walden está dibujado y escrito por John Porcellino y es una adaptación ilustrada del ensayo.
Utilizando las palabras del propio Henry a lo largo de toda la historia, resume las ideas más profundas de su estancia en los bosques de Walden, a través de ilustraciones sencillas, frescas y muy sencillo y divertido de leer.
Si no has leído la obra original o lo dejaste en algún momento, es una buena oportunidad para empezarlo. Está editado por Libros Walden.
Estoy bastante obsesionada con todo lo que hace HAY, pero claro, es normal, son la esencia del diseño danés, colorido, creativo, muy cabañil. Chim Chim es su quemador de esencias, fabricado en porcelana e inspirado en una chimenea en miniatura. Su diseño es contemporáneo y lleno de color y, a la vez, cálido. Perfecto para ese ritual de desconexión en casa con un aroma que nos recuerde a un bosque.
Puedes comprarlo en la web de Chandal o en Castro Seis.