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Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
En la Inglaterra del siglo XIX hubo una tendencia inesperada en el mundo de la arquitectura y la decoración; bautizadas como Little Switzerlands, se pusieron de moda las casas alpinas suizas en las zonas rurales inglesas. Una mezcla entre el romántico y lo kitsch que he descubierto en este artículo.
Empezamos.
Las Bahamas es un territorio, poco explorado en esta newsletter, en el que hay joyas cabañiles de madera con esa inspiración caribeña y salvaje de las casas en mitad de la selva. El estudio de arquitectos Brillhart Architecture construyó hace un par de años el escape perfecto para una idílica isla que es sinónimo de “me mudo y no vuelvo más a la civilización”. Te aseguro que después de verla pensarás lo mismo.
Construida con materiales sostenibles, como tejas de cedro y maderas nobles en toda la estructura, y de manera muy artesanal, se mezcla a la perfección con la corteza de las palmeras. El proyecto quería evocar un espacio para vivir que fuera familiar y a la vez se adaptara al contexto de la naturaleza circundante, celebrando al mismo tiempo el diseño contemporáneo y la vida del siglo XXI. Así, la idea de ese refugio primitivo del ser humano se convierte en la perfecta casa de vacaciones.
La planta principal es abierta, con espacios flexibles para compartir que apenas distinguen entre el interior y el exterior, dejando que la vegetación forme parte de la vida diaria gracias a las enormes puertas correderas de cristal, que aíslan y crean una ventilación cruzada, manteniendo vigente la idea de casa pasiva y sostenible. Una escalera hecha de cedro rojo recuperado accede al piso superior, donde se encuentran los dormitorios, un poco abuhardillados y con pequeñas ventanas, creando una mayor sensación de protección y refugio.
Puedes leer más en la web de los arquitectos y disfrutar imaginándote ser dueño de una isla así con una cabaña.
Este domingo vuelve la edición extra de La cabaña en la que querríamos vivir. Recuerda que si quieres recibirla (además de otros contenidos), puedes cambiar tu suscripción y, por solo 5 €/mes, disfrutar de este contenido exclusivo y mucho más.
Hoy el paraíso está en Canadá, cuna de las cabañas triangulares y de los bosques más frondosos y verdes del hemisferio norte. La escapada que te propongo está muy cerca de Toronto y se llama Nortehaus.
Nortehaus nació en 2019, y detrás de este proyecto hay una familia ecuatoriana-alemana-canadiense con una gran conexión con la naturaleza, que tenía claro que los retiros de la ciudad y el pasar tiempo al aire libre eran claves para la salud. Diseñada e inspirada en los bosques canadienses y con ese toque de hygge nórdico, es una escapada perfecta si piensas hacer un tour por Canadá.
Thomas P. Barnett, February snow (1925), óleo sobre lienzo.
Hablar de la muerte sigue siendo algo bastante tabú en la sociedad. Personalmente, intento conversar abiertamente sobre este tema, para quitar un poco ese miedo y desconocimiento. Así que hoy, abro la veda porque he descubierto un proyecto que plantea la muerte desde un punto de vista sostenible y distinto.
Capsula Mundi es una empresa italiana que abre un enfoque diferente en la forma en que pensamos sobre la muerte. Se trata de una cápsula (o vaina) con forma de huevo, hecha de material biodegradable, que hace las veces de urna para las cenizas del difunto. Al enterrarse, sobre ella se plantará un árbol, elegido en vida, que servirá como recuerdo de la persona, así como legado natural para el futuro del planeta. El árbol irá creciendo, gracias a los sustratos generados, y los familiares y amigos seguirán visitándolo y cuidándolo.
En una cultura alejada de la naturaleza y obsesionada con la productividad y la juventud, Capsula Mundi quiere que volvamos a retomar la idea de que formamos parte del entorno que nos rodea y del ciclo biológico del planeta y cambiar ese significado, alejándonos del tabú. Actualmente, para fabricar un féretro, se tiene que talar un árbol, y se utilizan barnices y materiales poco sostenibles; además, tiene un ciclo de vida corto y, curiosamente, un fuerte impacto medioambiental. Así que, con este propósito, las urnas son totalmente biodegradables y ecológicas.
Una idea diferente e interesante que plantearse de cara a ese momento. A mí, por lo menos, me atrae bastante la idea de “convertirme” en un árbol.
Find Sanctuary es una startup de Los Ángeles que quiere llevar el teletrabajo al campo. Tras varios años trabajando en el mundo de las tecnológicas y viviendo en grandes ciudades, Charlie Hammond, su fundador, se dio cuenta de que el modo de vida moderno debía cambiar. Y así nació este proyecto, como complemento a ese estrés que produce la vida laboral.
A través de retiros en cabañas, pretenden mejorar nuestra relación con el trabajo, tanto de manera individual como para empresas. Una especie de santuario pensado para cambiar nuestro punto de vista y mejorar nuestra salud mental.
Boulder es la nueva novela de Eva Baltasar y continuación de su trilogía sobre mujeres. La historia narra la vida de una mujer que se gana la vida como cocinera en un barco mercante: soledad, un pequeño cubículo y el océano como centro, hasta que, un día, vuelve a tocar tierra firme y todo cambia, encontrándose en una casa en Reikiavik, educando a un hijo y olvidando esa soledad elegida.
Está publicado por Penguin Random House.
El otro día me preguntaba en Twitter a qué podía oler esta vela y desde entonces me tiene bastante obsesionada. First Rain es una vela que puedes encontrar en Nostalgia Kicks, una tienda online donde exploran recuerdos a través del olfato con sus velas.
En su web dicen que puedes experimentar el recuerdo de la primera vez que viste la lluvia cuando eras niño, y volver a sentir ese peculiar olor del petricor cuando quieras. A mí me sigue picando la curiosidad, pero como no envían a España, me quedaré con la duda, seguro.
Algunas notas sobre la newsletter de hoy:
La cabaña de portada es de la fotógrafa Julia Nimke, de la que soy muy muy fan.