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El cottage al que te mudarías con los ojos cerrados está en Devon y la escapada de mis sueños más recientes en una cabaña de Chile a orillas del Pacífico. Desconecta, disfruta y lee.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
La newsletter se quedó a medias la semana pasada y no pude enviarla. Me pilló la dana en Málaga, con un día complicadísimo: mi calle era un auténtico río, mi vecina de abajo inundada y, mi torpeza (al intentar ayudarla), me dejó encerrada fuera de mi casa sin llave, sin móvil y en pijama durante algunas horas. Toda una odisea que solucionó una pareja de policías muy majos (y una patada ninja limpísima que abrió mi puerta). Estamos todos bien, y mi círculo cercano también. Mi coche agoniza un poco en el taller, pero se recuperará. Ahora lo cuento como anécdota, pero, con la experiencia de Valencia, puedo decir que fue un sustito. Pero de repente, como bien manda el cambio climático, parece que vivimos en una primavera constante y de sol, como si nunca hubiera pasado nada.
Empezamos.
Hoy traigo algo especial. En inglés, la palabra cabaña tiene varias acepciones según el material o el lugar donde se encuentre. Entre ellos, está la palabra cottage, que define a esa casita rural hecha en piedra y madera propia de la campiña inglesa y el mundo rural.
Studio Weave se encargó en 2022 de reformar un cottage al sur de Inglaterra, en Devon, y convertirlo en una casa-estudio para un artista, donde disfrutar de las vacaciones y escaparse de Londres. Made of Sand emerge como un refugio íntimo y profundamente conectado con su entorno. Este espacio, que toma su nombre de los antiguos arenales locales, fue concebido no solo como un lugar de retiro, sino como un laboratorio creativo para familia, amigos y artistas.
Los arquitectos diseñaron una ampliación que mantuviera la independencia de la casa principal y, al mismo tiempo, se integrara con sensibilidad al paisaje. Así, cogieron el espacio donde antes se encontraba el garaje y diseñaron una estructura cúbica contemporánea, de dos plantas, revestida en madera y con grandes cristaleras. En el interior, se restauró la escalera de piedra que une ambos espacios, conectando lo viejo con lo nuevo y manteniendo esa herencia tan importante para sus propietarios.
La integración con el entorno fue clave. En la fachada, madera de cedro rojo que se mimetiza con la línea de los árboles. En el interior, paredes de arcilla y arena (homenajeando a la tradición arquitectónica local), terracota y colores cálidos con un contrachapado de abeto Douglas (ya sabes, el clásico cabañil). Una construcción sostenible y artesana que refleja el trabajo de los carpinteros y profesionales locales.
Este cottage es todo un santuario para disfrutar de la naturaleza y la calma, con ese toque british por fuera y tan cabañil por dentro.
Chile es tierra de contrastes, de océano, de grandes alturas y de paisajes cambiantes. MarAlto es una cabaña que se encuentra a pie de playa, en Matanzas, con vistas espectaculares y que parece flotar en el agua.
Puedes reservar aquí.
Ignasi Monreal, Cloudscape (2024). Óleo sobre lienzo.
En el año 1959 Johamm Wilhelm Ludowici, constructor y oficial nazi, diseñaba prototipos y creó la Ballhoouse (Kugelhaus en alemán, una esfera metálica de cuatro metros y medio de diámetro pensada como refugio de emergencia y que podía flotar. Tuvo popularidad no solo en Alemania sino en Reino Unido y se convirtió pronto en una solución práctica al problema de la vivienda tras la II Guerra Mundial.
En su interior, todo lo necesario para vivir en 16 metros cuadrados: cocina, aseo, salón-dormitorio. Una casa futurista al más puro estilo de la Future House y con las mismas nobles intenciones, pero que nunca se produjo en serie.
Lo he leído aquí.
Desarraigos (2022) es una obra de la artista colombiana Doris Salcedo, que investiga y denuncia, a través del arte, la situación social y de violencia de su país.
Esta cabaña formó parte de la Bienal de Sharjah (Emiratos Árabes Unidos) en el año 2023 y mide más de tres metros de largo. Una reflexión sobre el cambio climático, la pobreza y la inmigración y su acogida. Ellos son los “desarraigados”, formados por 804 árboles muertos que forman un bosque y una cabaña, una casa que se desvanece poco a poco, como metáfora de lo que los migrantes dejan atrás en su huida (el hogar, el paisaje, la tierra).
Puedes leer más aquí.
Hace un par de semanas tuve la suerte de escuchar a Genie Espinosa hablar sobre Tiburón Blanco, su última novela gráfica editada por Sapristi. Me enamoré al instante de la historia y me fascinó el proceso creativo detrás de todo, su uso de color y sus referentes.
La protagonista, tras conocer la muerte de su padre (que nunca conoció), se embarca en la aventura de ir a una pequeña isla a recoger sus pertenencias. Allí, en un paisaje y en una casa que no conoce, comienza a descubrir a la figura paterna entre revistas, cintas de casete y discos. Una historia llena de soledad, de duelo, de recuerdos y un tiburón blanco de fondo.
Es emocionante y preciosa a la vez.
Edita Sapristi.
Antes que nada felices fiestas y feliz año nuevo!! Lo de la Dana ha sido terrible, yo vivo en Valencia, aunque he tenido la suerte, de que ni a mí ni a mí familia nos ha afectado, pero si que tengo amigas y compañer@s de trabajo que han perdido coches y parte de su casa,aunque lo importante es que pueden contarlo. Como tú bien has dicho, esa falta de sostenibilidad y la poca importancia que damos al cambio climático, nos está pasando factura, no sé si después de este desastre habrá un antes y un después para la prevención de los desbordamientos de ríos y barrancos, pero lo que si está claro, es que como todo siga así, nos iremos a la mierda. Muchas gracias por todas estas entradas cabañiles y tus recomendaciones de libros y música, que son un bálsamo para evadirnos, aunque sea un poco, de todo esto 🤗😘😘😘