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Un cobertizo reconvertido en refugio para el fin de semana. Una escapada espectacular a una cabaña flotante en Finlandia. Cuando Central Park pudo ser Versalles.

Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.

Primera newsletter de otoño, qué ganas tenía. Aunque todavía hace calor, la manga larga y el color ocre empiezan a estar presentes en las ciudades. No sé, pero me parece el momento perfecto para ir a una cabaña. En breve retomo las entrevistas, así que quería preguntarte: ¿Quién te apetece que se enfrente a nuestro cuestionario cabañil?

Recuerda que si quieres escuchar la banda sonora completa del club, te recuerdo que la tienes en Spotify.

Esta casa de aperos en Noruega se ha reconvertido en una práctica y bonita cabaña para disfrutar los fines de semana.

Se ha conservado la fachada tradicional, para conservar su herencia y homogeneidad con otras casitas rurales de la zona, pero el interior se echó abajo por completo, abriendo la planta y creando un espacio más funcional y lleno de luz. Una de las paredes se ha sustituido por un gran panel de cristal, conectando la cocina y la sala de estar con el paisaje y cambiando radicalmente la estética del refugio.

El dormitorio se encuentra en el nivel superior, que antes hacía las veces de almacenaje de paja y herramientas, y se ha convertido en una doble altura aprovechando el espacio. También se ha añadido una chimenea y suelo radiante en toda la superficie.

El resultado es muy interesante ya que combina esa esencia de la arquitectura vernácula de los graneros y los cobertizos de ganadería, dándole un giro contemporáneo, confortable y conectado al entorno.

El plan de esta semana es espectacular. ¿Te apetece dormir en una cabaña situada en mitad de un lago en Finlandia? Ukhua es el destino perfecto si realmente quieres desconectar en la naturaleza. Un refugio flotante en el lago Saimaa en el que podrás descansar y leer un buen libro o pasear, hacer piragüismo, observar focas… Lo que te apetezca.

La comida te la traen cada día a la puerta, con especialidades de la zona deliciosas cocinadas diariamente por un chef. Mi amiga Marta lo cuenta estupendamente aquí.

Puedes reservar en su web.

Houghton Cranford Smith, Fall in Provincetown (1913). Óleo sobre cartón.

En el año 1875 se decidió construir un parque enorme en el corazón de la isla de Manhattan. Así que se convocó un concurso (con una recompensa de 2000 dólares de la época) para diseñar el mejor jardín del mundo. Aunque la ganadora fue la propuesta de Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux y es en parte el Central Park que vemos actualmente.

Entre las propuestas rechazadas, la que más destaca (y que se conserva expuesta al público en la Sociedad Histórica de Nueva York) es la de John Rick, con un diseño lleno de simetría y jardines formales que estaban inspirados en Versalles.

Puedes leer un poco más sobre esta historia aquí.

Parte de mi verano ha pasado por la obsesión con esta cabaña roja que se encuentra en Portugal. Primero pensé que estaba hecha con inteligencia artificial, no podía ser tan perfecta y onírica. Pero estaba muy equivocada. Esta pasada ha sido diseñada por el estudio Rebelo de Andrade.

Su tejado a dos aguas, la inspiración en cuentos infantiles y su sencillez contrastan con un juego de diseño y mobiliario espectacular en el interior. Además es totalmente sostenible y pasiva, su huella de carbono es cero y se encuentra totalmente adaptada al medio.

Una mujer afortunada es una carta de amor de Polly Morland al paisaje, a la comunidad y a la medicina. Inspirada en Un hombre afortunado, el relato clásico de John Berger sobre un médico en un entorno rural, este relato cuenta la historia (en palabras de Polly) de la doctora local y reflexiona, desde ambas historias, sobre el cuidado, la naturaleza, el aprendizaje.

Publica Errata Naturae.