#145
Una cabaña sostenible en Irlanda que pasa desapercibida en el bosque. Hacemos una escapada detox y de paz a Soria y descubrimos las cabañitas de los jardines del Campo del Moro de Madrid.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Esta semana pude ir por fin a ver la retrospectiva de Isabel Quintanilla en el Thyssen. Madre mía, lo de llorar delante de un cuadro lo llevo regular, pero es que para mí, gran fan del realismo, eso es inevitable. Su sensibilidad, su trazo, su cotidianeidad plasmada en el óleo o acuarela crean un mundo maravilloso. Aún estará hasta el domingo, y merece la pena, así que, qué mejor plan para este fin de semana.
Empezamos.
Una cabaña en Irlanda, qué idílico suena, ¿verdad? Anne y Simon se mudaron con sus hijos a un bosque cerca de un lago en Fernwood (Connemara), para convertirse en agricultores, vivir el sueño más cabañil posible y crear una vivienda autosuficiente, sostenible y ecológica que, además, pudieran compartir con otras personas. Con cincuenta y seis hectáreas de terreno, esta familia ha creado un alojamiento ecoconsciente, con granja, huerto, y en el que ofrecen cinco retiros detox al año donde la naturaleza será la protagonista.
Su cabaña es moderna, curvada y geométrica, inspirada en el modernism americano. Fue diseñada por el arquitecto Aidan Conway con la idea de hacer un espacio con impacto mínimo. Y así, alzada del suelo por 57 pilotes de madera de abeto Douglas, como si fuera una casa del árbol y con una fachada revestida de chapa ondulada galvanizada, respeta al máximo todo el terreno. Su color gris, fue elegido porque se fundía a la perfección con los cielos grises de irlanda, haciendo que no destaque demasiado entre los árboles y pase desapercibida. El lugar no fue elegido tampoco al azar, ya que querían que estuviera lo más inmersa en el bosque posible. Su forma curvada añade una dimensión diferente al edificio sorprendiendo con las vistas.
El interior, espectacular lo llevó a cabo estudio Superfolk. Las paredes oscuras son de madera de pino teñida de verde bosque y el suelo es de corcho, dando un toque oscuro que se llena de luz con las diferentes fuentes de iluminación colocadas de manera estratégica. Los grandes ventanales enmarcan la vista del bosque como si fuera un cuadro.
Siguiendo la idea de sostenibilidad, toda la cabaña está acondicionada y aislada para el invierno; funciona con energía solar y tiene una bomba de calor para el agua. Toda una experiencia de la que se puede disfrutar.
Este pequeño hotel boutique en Soria hace poco que ha abierto sus puertas y, tal y como ellos mismos dicen, la paz y la calma son su esencia. Cuentan con burbujas, suites (como cabañas de cemento inspiradas en las tradicionales casas cuboides), y la propia villa. Una escapada donde desconectar y disfrutar de la naturaleza que no está reñida con el lujo.
Puedes reservar aquí.
Isabel Quintanilla, Un clavel blanco (1974). Óleo sobre tabla. Colección privada
El martes iba en el autobús en Madrid y pasé al lado de los jardines del Campo del Moro y de repente me topé con una cabaña. Resulta que es uno de los tesoros escondidos más interesantes de Madrid y es uno de los tres jardines que rodean al Palacio Real. Aunque lo encargó Felipe II, fue en 1844 cuando el arquitecto y paisajista Narciso Pascual y Colomer los trazó tal y como lo conocemos hoy.
En su interior hay tres edificios pequeños, a los que llaman cabañas. El primero y más espectacular es el bautizado como el Chalecito de la Reina, una casita de color blanco con madera roja en la fachada, diseñada por Enrique Repullés Segarra en 1898, e inspirada en las casitas tirolesas. Era el lugar de descanso de la familia real.
La segunda, se llama el Chalet del Corcho, y es un pequeño edificio cubierto de corcho. Su forma es octogonal, y es una pena que esté casi abandonado y mal conservado.
Y la tercera, que fue la que me llamó la atención, es la casa del guarda, completamente de madera y que se encuentra en la parte más al sur de los jardines, junto al Paseo de la Virgen del puerto. Tiene dos plantas y está inspirada en los chalets alpinos de Suiza, y es también obra de Repullés. Sin embargo, no se puede acceder a ella ni visitar, porque es un edificio oficial y privado. Y, como curiosidad, actualmente sigue siendo la casa del guarda del jardín.
Buscando información para un proyecto, me topé con este librito escrito e ilustrado por Naived Mahdavian llamado This country: Searching for Home in (Very) Rural America. La novela gráfica cuenta la historia del escritor y su mujer desde 2016, cuando deciden abandonar San Francisco y se mudan a una cabaña aislada en Idaho, y toda la aventura de pescar, tener un huerto y vivir dentro del bosque, adaptándose a esa vida. Pero a la vez, plantea un debate sobre los cambios políticos en Estados Unidos, cuestionándose su pertenencia al lugar.
No he conseguido averiguar si está traducido al español, pero no es probable. Ha sido el libro del año 2023 para NPR y New Yorker, ni tan mal. Puedes comprarlo en su web.
que maravilla todo. El cuadro de Isabel Quintanilla es.....maravilloso, he hecho un tour virtual de la exposición porque no estoy en Madrid...lo recomiendo!!!!