#143
Esta semana la cosa va de islas: una cabaña familiar en Washington. Otra, en Finlandia, para pasar unos días de descanso. Y exploramos la parte más oscura de las islas del Pacífico.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Los hermanos Lumière patentaron en 1903 la placa autocroma creando las bases de la fotografía en color. Navegando por Internet, he encontrado un archivo fantástico en la Sociedad Fotográfica Francesa de autocromos campestres, algo que fue toda una trend a principios del siglo XX. Yo me he perdido entre sus páginas varias horas estos días y ha sido una manera perfecta de entrar en la semana.
Empezamos.
La cabaña de esta semana se encuentra en la Isla de López en el estado de Washington, dentro de un archipiélago precioso inundado de bosques y paisajes cabañiles, cerquita de Seattle. Heliotrope Architects han diseñado una casita que se adapta a la perfección al paisaje para disfrutar de él y respetarlo de manera sostenible, ya que es una zona con una estricta normativa medioambiental. En este caso, era todo un reto, a pocos metros hay un nido de águila calva, protegida, y muy cerca, el mar.
Este refugio de verano para una familia de cuatro miembros está formado por tres dormitorios y dos plantas distribuidas proporcionalmente para aprovechar al máximo el espacio y la luz. Para su diseño, los arquitectos se inspiraron en la arquitectura vernácula de la zona, con tejados a dos aguas y maderas oscuras en la fachada.
La planta baja se ha dejado prácticamente abierta al terreno, con cristaleras correderas, que casi hacen flotar la cabaña, creando una sensación continua de vivir en pleno bosque y conectando el interior y el exterior de una forma natural. De la misma manera, el resto de habitaciones se han pensado de cara a las vistas, aprovechando la orientación y el sol consiguiendo el retiro perfecto para las vacaciones y el descanso de la ciudad.
Uno de mis sueños recurrentes es dormir en una de las 10.000 islas finlandesas que existen para alquilar (o comprar). Project Ö quiere que esa experiencia sea especial, tranquila e íntima. Tienen dos islas privadas en alquiler, con sendas cabañitas de inspiración nórdica donde vivir la experiencia de dormir en un parque natural, rodeado de naturaleza, silencio y exclusividad.
A mí me parece toda una experiencia y un buen plan con amigos para este verano u otoño (esto es una indirecta para mis amigos, claro).
Puedes reservar aquí.
Francis Cadell, From the Calcina Hotel (1910). Óleo sobre lienzo.
La Cúpula de Runit (cuyo nombre en clave era Cactus) es una cúpula de hormigón de 115 metros de longitud y 46 centímetros de grosor que se encuentra en una isla del Pacífico. Hasta los años 60, Estados Unidos llevó a cabo pruebas nucleares en esa zona y, en un esfuerzo por limpiar los restos radiactivos, crearon esta dome que encapsula más de 73.000 metros cúbicos de radiactividad y plutonio.
Lo he leído en Atlas Obscura y aquí tenéis algo más sobre las Islas Envenenadas del Pacífico.
El otro día en la newsletter de Haken encontré un proyecto muy interesante llamado Terra. Terra es un dispositivo diseñado con inteligencia artificial que te acompaña en los paseos, una brújula de bolsillo que te permite caminar sin perderte, pero dejando de lado Google Maps o la tecnología, convirtiéndote en todo un flâneur del siglo XXI.
Puedes configurar tu Terra en su web.
No sé si sigues a Claudia Polo (@soulinthekitchen) por Instagram, pero si no es así, la necesitas en tu vida. Acaba de publicar su primer libro, Entorno, donde habla de cocina e improvisación con respeto a los alimentos y a su manera de concinarlos, desde un punto de vista sostenible. Una cocina cuidada y hecha con mucho mimo, pensando en o que nos rodea, sacándole el máximo partido.
Edita Destino.
Bueno, bueno...lo de la cabaña en La Isla López. Otra razón más para volver a Washington
que bonitooo