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La cabaña de la semana tiene vistas espectaculares a un fiordo noruego. Nos escapamos a Colorado a unas A-frame para las vacaciones. Y nos preparamos para la temporada de turrón y comilonas con amigos
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Con los años he ido perdiendo la ilusión y el interés por la Navidad. No sé si será la edad o que en Málaga saturan tanto el espíritu de estas fechas en calle Larios con su discoteca de luces; la cuestión es que, aunque es una época que adoro y soy una obsesa de la decoración navideña, cada vez me siento más alejada. Eso sí, la emoción de poner el árbol y comer turrón está arribísima, que no soy un grinch, eh, no hay nada más bucólico que tu cabaña de madera con un buen fuego y tu árbol de Navidad en el salón.
Por cierto, mañana viernes a las cuatro y media de la mañana daremos la bienvenida al invierno, la estación cabañil de la nieve por excelencia; y eso significa que saldrá el último especial de viajes del año. Si quieres leerlo, puedes cambiar tu suscripción aquí.
Empezamos.
Esta cabañita noruega tiene una de las mejores vistas a los fiordos de todo el país, ya solo con eso ha entrado en mi top de favoritas de este año. Con 90 metros cuadrados, esta casita de madera quiere envejecer e integrarse con el paisaje con el paso del tiempo. Una idea muy romántica de arquitectura y naturaleza.
La planta cuadrada es sencilla y funcional se encuentra rodeada por una galería a la que se accede desde el exterior y que comunica todas las estancias, ofreciendo vistas panorámicas desde diferentes ángulos. Hacia el sur, un amplio mirador que abarca toda la longitud del edificio permite disfrutar de vistas al mar y aporta abundante luz al salón, que se encuentra separado de la sala de estar por una chimenea de ladrillo. En el centro, una claraboya de madera en forma de pirámide aumenta la sensación espacial y favorece la ventilación e iluminación cenital en las habitaciones.
La cabaña se integra de manera armoniosa en su entorno, apoyándose sobre una base de hormigón que se mimetiza con el color del terreno rocoso circundante. Los afloramientos rocosos naturales se han preservado y la escalera exterior principal que conecta el salón con el espacio exterior se integra de forma orgánica con la topografía del lugar.
Puedes ver más en la web de los arquitectos.
Estados Unidos es cuna de las cabañas en forma de A desde mediados de siglo XX, cuando los americanos de la posguerra empezaban a veranear en casitas de madera en bosques y junto a los lagos. Con esa idea e inspiradas en esa época, en Winter Park, Colorado, nace A-Frame Club, un alojamiento rural rodeado de árboles y lleno de naturaleza compuesto por 31 cabañas triangulares de madera, sostenibles y perfectas para desconectar.
Cuentan con todas las comodidades, bañera de masaje, chimenea, cocina, equipo de esquí por si te apetece hacer un par de bajadas en la estación de Winter Park. Una escapada perfecta para los amantes de la nieve que quieran disfrutar de pistas al otro lado del charco.
Stanislav Joulianovitch Joukovski, Golden autumn (1901). Óleo sobre lienzo.
¿Sabías que las primeras construcciones de cabañas en la Prehistoria las hicieron las mujeres? Los hombres cazaban y ellas, que conocían mejor el terreno, acondicionaban los espacios para crear las aldeas. Estaban construidas, en su mayoría, con hueso de mamut y madera.
El trabajo de investigación del arquitecto y antropólogo Norbert Shoenauer es muy interesante al respecto. En su libro 6000 años de hábitat cuenta cómo se levantaban esas cabañas primitivas y lo hacían mujeres:
“En cuclillas, hincan arbolillos en el suelo hasta que están firmemente encajados. Cuando todos estos arbolillos enterrados forman un círculo alrededor de ellas, las mujeres se levantan y hábilmente los doblan sobre sus cabezas, torciendo y entrecruzando las pequeñas ramas hasta formar una estructura”.
¿Te acuerdas durante el confinamiento que surgieron algunas webs desde donde veías las ventanas de casas aleatorias y paisajes alrededor del mundo? Escapista es un proyecto parecido, donde puedes explorar el mundo y la naturaleza desde casa.
Ahora que ha entrado en erupción un volcán en Islandia y ha abierto una de las fisuras de lava más largas de la historia, traigo un libro muy curioso, Atlas novelado de los volcanes de Islandia, de Leonardo Piccione.
Cuarenta y siete historias que cuentan las aventuras de los primeros colonizadores y exploradores hasta misiones de la NASA en la isla. Una historia de Islandia a través de sus volcanes.
Si estas Navidades te has liado la manta a la cabeza y montas una cena o comida con amigos en casa, Petra Mora te puede salvar muy bien el menú. Desde cordero lechal asado, a una riquísima crema de marisco, pasando por sus clásicos tapeos de vermut y ahumados. Para mí siempre la lista de la compra es deliciosa con ellas.
Planifica tu comida navideña aquí.
Algunas notas de esta edición:
El gif de portada lo he encontrado en uno de mis blogs favoritos y pertenece a esta película navideña de los años treinta.
Y para calentar un poco el ambiente navideño, esta versión de Lucy Dacus (Boygenius) de Last Christmas de Wham!