#121
Esta semana, una cabaña portable de metal en un paisaje espectacular. Una escapada a un refugio de piedra en Navarra. Una antigua iglesia en la isla de Skye reconvertida y un capricho de Dyptique.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Estoy en manga corta en pleno mes de noviembre. No doy crédito. Un mes que debería ser el corazón del otoño, mi época favorita, donde disfrutar de ls hojas doradas de los árboles y estrenar la temporada de bufanda. Y sin embargo, me encuentro pasando un calor parecido al del mes de agosto. Que alguien me explique por qué hay gente que sigue negando el cambio climático.
Hoy, de nuevo, un versión algo más cortita. Y este domingo, vuelve La cabaña en la que querríamos vivir. Recuerda que puedes leerla si te suscribes a la versión de pago, donde recibiras la entrevista cabañil, cada primer domingo de mes, y con cada cambio de estación, además, un especial de viajes.
Empezamos.
Esta vivienda compacta de un solo dormitorio es una auténtica exploración de la arquitectura sobre el paisaje. Esta cabaña de metal es 100% sostenible y se ha construido con un modesto presupuesto de 150.000 dólares. Lo que más me ha gustado es que es movible, es decir, se puede levantar y transportar a otro punto de manera sencilla gracias a que el tamaño de sus dos volúmenes son parecidos al de una caravana.
Los techos redondeados y el interior de madera aportan luz y calidez al interior, creando esa sensación cabañil desde dentro, para disfrutar de la tranquilidad y, por supuesto, del espectacular paisaje. ¿Mi espacio favorito? El altillo situado en la zona de estudio, pensado como rincón de lectura que mira a las vistas del bosque. Por cierto, solo se han utiliado materiales naturales y reciclados y nada de pintura, por lo que la existencia de químicos es muy pequeña, reduciendo la huella de carbono y aumentando la parte ecológica.
Irisarri Land es un resort rural y parque te aventura en Igantzi, al norte de Navarra, que tiene 20 cabañas preciosas de piedra y madera, de lujo, inmersas dentro del bosque y con vistas espectaculares.
Claude Monet, Peupliers au bord de l’Epte (1891). Óleo sobre lienzo.
Esta antigua iglesia se ha convertido en una casita de lo más maja en la isla de Skye, en Escocial (de esos lugares de mi lista a los que quiero ir). La capilla se construyó en la década de 1950 y ahora se ha restaurado y se alquila para turistas. Se mantuvo la fachada de chapa y se restauró el color, y el interior se transformó por completo en modo cabaña, con madera en paredes y suelos, haciendo muy acogedor y cálido el espacio.
Hoy voy a proponer un capricho. Pero de esos que nos encantaría tener a todos y que solo con mirarlo ya exclamamos wow. El calendario de adviento de Dyptique me tiene verdaderamente enamorada. Que sí, es caro, pero oye, 24 piezas exclusivas, con velas, fragancias y aromas de la casa de perfumes parisina ya bien lo merecen. Puedes comprarlo (o curiosearlo) aquí.