#119
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Hoy, una edición express de la cartita cabañil semanal porque a veces la vida te atropella y decide que 24 horas al día no son suficientes para llevar adelante todo lo que tienes que hacer y a la vez, permitirte el lujo de dormir algunas horas. Así que, deseando quedarme un ratito más hoy a vivir en el club.
Empezamos.
Llevo mucho enamorada de esta cabaña-granja en Países Bajos, un ejemplo perfecto de cómo lo rural se integra perfectamente con lo moderno y la tranquilidad. La casa fue diseñada por La-Di-Da Architects para una pareja creativa holandesa que volvía a la tierra después de años trabajando en el extranjero. Madera de abeto y pino natural, OSB y hormigón fueron los materiales utilizados y las vistas, la clave del proyecto.
Su idea era centrar la vida diaria en relación con el paisaje, comunicarse con el exterior de una manera orgánica y no cargar en exceso la construcción.
Las fotos son de Peter Tijhuis.
Esta cabañita preciosa a las afueras de Bruselas es todo lo que necesito para un buen fin de semana. Se la recomendé a dos miembros del club y me acordé de que nunca había salido en nuestro mapa de viajes. Puedes reservar aquí.
Mariano Fortuny, Paisaje Napolitano (1874). Óleo sobre lienzo.
El arquitecto Ralph Erskine construyó una cabaña entre el invierno de 1941 y el verano de 1942 en un bosque a las afueras de Estocolmo, con sus propias manos. Lo hizo junto a su mujer, un caballo y un trineo, durante lo más duro del invierno. Reciclando materiales, como ladrillos y madera y construyendo una pequeña casa de unos 20 metros cuadrados donde viviría unos años con su familia.
La cabaña, conocida como “la caja” (Lådan en sueco), está inspirada en la obra de le Cabanon de Le Corbusier, donde el espacio mínimo habitable se convierte en lo importante y también en Thoreau, del que Erskine era muy fan. Es, además, uno de los raros ejemplos de mitad del siglo XX de autosuficiencia y sostenibilidad. La cabaña fue abandonada a su suerte y casi desapareció; actualmente se puede ver una réplica cerca del antiguo estudio del arquitecto.
Gracias por leer esta edición express de El Club de la cabaña. Nos leemos el domingo, y de nuevo el jueves que viene en versión normal. Gracias por el cariño y el apoyo siempre. Puedes suscribirte al canal de Telegram para seguir recibiendo dosis cabañiles extra.