#11
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
En 2020 mirar por la ventana fue prácticamente nuestra única conexión con el exterior. El paisaje, por supuesto, se había transformado; era totalmente diferente a lo que estábamos acostumbrados: el tráfico desapareció, el murmullo de la gente y el continuo zumbido que forma parte de las ciudades en total silencio. La naturaleza se hizo con todo y escuchamos a los pájaros cantar y las olas del mar desde el otro lado de nuestras paredes. Esta semana me encontré con el proyecto Window Swap y de repente me trasladé a esos momentos de observación diaria, que eran mi desconexión de la realidad. En un clic he mirado a través de una ventana en Corea del Sur, y al siguiente, estaba apoyada en el ventanal de madera de una cabaña de Portland. Y me he dado cuenta de la paz y la tranqulidad que se respira simplemente observando por la ventana, aunque sea ajena.
Hoy, una canción que crea el ambiente perfecto para mirar y viajar por Australia, Francia y el pasado.
Empezamos.
La cabaña
Los dueños de esta cabaña en Australia lo tenían claro, querían un mínimo impacto sobre la naturaleza y una vivienda altamente sostenible. Los arquitectos de Chesire Architects tomaron nota y crearon una casa ecológica formada por tres módulos alrededor de un patio. Cada uno de ellos alberga, separadas, las funciones principales de la casa: un bloque para dormir y ducharse, otro para vivir y otro para invitados. A través del informal jardín se crea un lugar de encuentro natural en la convivencia y en la naturaleza.
En el interior de la cabaña principal, calidez máxima y eficiencia; un salón revestido de maderas viejas recicladas y una chimenea flotante central que ayuda a repartir equilibradamente el calor. No hay mobiliario extra, tan solo lo necesario para descansar y convivir. Los pabellones restantes son estructuras de madera envueltas en lona para dar contraste e integrarse a la vez con el paisaje. Esta cabaña es todo un ejemplo de vida tranquila y equilibrio con el medio libre y salvaje, porque si lo piensas, en realidad no nos hace falta más.
Tenéis más detalles en la web del estudio.
Aquí, ahora
Via SFGirl.
Viajar
Esta es, sin duda, una escapada sensorial; hoy salimos de nuestras fronteras y apuntamos en nuestra lista de deseos este hotel en Francia. 48 Nord está situado en la desconocida cordillera de Vosgos, cerca de Estrasburgo.
Este complejo de cabañas sostenibles quiere que sus visitantes se encuentren en plena armonía con la naturaleza con un toque elegante. Dispone de spa y sauna sueca. El arquitecto que ha llevado a cabo el diseño, Reiulf Ramstad, es ya todo un experto en el mundo cabañil y ha sabido darle su toque personal a cada detalle.
Quién nos iba a decir que, al final, la naturaleza iba a ser todo un lujo en el siglo XXI.
#Cabin
Hoy que hablamos de “mirar por la ventana”, qué mejor que compartir este proyecto. Living Stills es Floris Kloet, documentalista especializado en cinemagraph. Su idea es capturar la belleza del momento y plasmarlo eternamente, para que podamos contemplarlo infinitamente. Pequeñas cosas que en nuestra vida diaria carecen de importancia aquí se vuelven relevantes, eternas y bellas, para que podamos mirarlas
Biblioteca Walden
Canto yo y la montaña baila es una de las lecturas que más he disfrutado en los últimos años. Irene Solá tiene un talento único para contar y sumergirte en sus palabras, sabe cómo trasladarte a un mundo lleno de leyendas de familia, fantasmas, brujas y todo ello rodeado de una naturaleza espectacular en cada página. Un libro que cuenta una historia pero, a la vez, muchas historias.
Esta novela ha sido galardonada con varios premios (no me extraña), entre ellos el European Union Prize for Literature, y ha sido traducido a varios idiomas. Solo os digo que este mes ha salido su nuevo libro y lo tengo ya en mi mesita de noche.
Lo tenéis en Anagrama y podéis comprarlo en vuestra librería favorita.
Tu casa, tu cabaña
En Apadrina un Olivo se recuperan los olivos abandonados en un pequeño pueblo de Teruel y se lucha contra la despoblación, ayudando a la economía local, al ecosistema y a la recuperación de la naturaleza. Con una aportación anual de 50 euros apadrinarás un árbol, podrás ponerle nombre e incluso visitarlo; y como agradecimiento, dos litros de AOVE directamente del campo a casa. Una recompensa deliciosa por salvar un trocito de naturaleza.
https://apadrinaunolivo.org/es
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