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Una cabaña a la que solo puedes llegar en helicóptero en Nueva Zelanda. Un libro sobre piscinas, para leer en una piscina. Una casa en un árbol en el corazón de Italia para pasar las vacaciones.
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
Últimamente, tengo la sensación de que muchas cosas de mi vida están cambiando demasiado rápido y me cuesta adaptarme a ellas, es curioso como el tiempo va acelerándose conforme cumplimos años y cómo vamos, cada vez, asimilando más lentamente todo. Y, hablando de tiempo, a veces somos poco conscientes de su magnitud; se ha creado un mapa a escala en el desierto de Mojave de la historia del Universo. 13,8 millones de años condensados en este video que realmente te muestra lo pequeños que somos y lo poco conscientes que somos de ello.
Empezamos.
Esta cabaña en Nueva Zelanda ha entrado directa a mis favoritos cabañiles de todas las ediciones. En un lugar inhóspito, alejado de todo y enmarcada en un espectacular paisaje, el estudio de arquitectuta Pattersons se ha encargado de llevar a la realidad este proyecto tan interesante. Situada en una playa remota perfecta para surfear, esta granja rural es un campamento base para experiencias agrícolas y acuáticas en la zona. Para más inri, solo se puede acceder a ella en helicóptero.
Está inspirada en las casas tradicionales neozelandesas y su arquitectura vernácula es peculiar. Su volumen es un rectángulo alargado de madera de cinco metros y medio de alto y 100% construida en madera y acero negro.
En el corazón de la casa, hay una chimenea de piedra construida con roca local. La mayoría de los muebles y accesorios están diseñados a medida. Toda la cabaña se abre al exterior por medio de grandes ventanales, que se cierran cuando está desocupado o hay temporal. De esta manera, se mantiene una ventilación cruzada y una sensación de vida al aire libre.
La Casa Walden es una cabaña en los Apeninos Italianos, en las montañas de Umbría. Un espacio para descansar y contemplar las estaciones en su máximo apogeo, desde el verano al invierno. El arquitecto Paolo Scoglio ha sabido recrear la idea que tenía la familia encargada del alojamiento. Una versión de casa de árbol, entre las ramas de un roble de más de dos siglos de antigüedad, que es casi un velero en mitad de la naturaleza y que te mete de lleno en ella.
Imagina ducharte a cinco metros de altura mientras contemplas el amanecer entre los montes cercanos. Una fantasía hecha realidad para los obsesos de las cabañas.
Puedes reservar en su web.
Gustave Caillebotte. The plain of Gennevilliers, yellow fields (1884). Óleo sobre lienzo.
Los lugares abandonados siempre tienen un nosequé de curiosidad e historia muy interesante. Hoy traigo un vagón de tren que ya no existe, pero que en su día fue toda una sensación. El Wagristoratore fue un restaurante y hotel, inaugurado en 1930, formado por dos vagones de tren encaramados a varios pilares de hormigón, en medio de los Alpes, en la frontera de Italia y Suiza, a 2318 metros de altura.
Se pensó como estancia de lujo para disfrutar de la naturaleza y la montaña. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió como refugio a los que huían de Alemania, y en 1943, fue incendiado, pudiendo recuperarse. No está claro qué pasó tras la guerra, se dice que los vagones fueron abandonados a su suerte y que, en la década de los cincuenta, desaparecieron. Actualmente, solo se mantienen en pie las estructuras de cemento, como recuerdo de un lugar más propio de libros de ficción.
Si eres miembro del club desde hace tiempo, sabes que uno de mis programas favoritos es el de Espacios Increíbles con George Clarkes (que puedes ver en La2 y en Channel 4). Esta nueva temporada ha venido cargada de lugares espectaculares, y he descubierto este proyecto lleno de amor y cariño de una hija por su padre.
El padre de Jan Fursier había diseñado allá por los años treinta una pequeña caravana para que fuera su casa de verano. Sin embargo, después de ser encarcelado en una prisión japonesa durante la guerra, quedó demasiado afectado para llevarlo a cabo. Su hija encontró los planos y ha querido hacer realidad el sueño de su padre con la colaboración del programa. Y claro, la lagrimita está asegurada. El capítulo es emocionante y el resultado es realmente bonito.
Estoy convencida de que para Anabel Vázquez las piscinas son como las cabañas para mí; su lugar de desconexión, donde imaginar, donde relajarse y dejarse llevar. Y si no, seguramente descubrirás lo que son en su libro Piscinosofía, recién salido del horno, y que esta semana se presentó —como no— en la piscina del hotel Emperador de Madrid. Ella es una detective profesional de piscinas, sin duda ninguna.
Lo edita Libros del K.O. y lo he leído en una tarde, lo confieso.
Ahora que las estadísticas dicen que hay más mascotas que niños en España, es un buen momento para enseñarles a nuestros perros y gatos que las cabañas molan. La colección para mascotas de Zara Home siempre tiene maravillas (soy muy fan de los ratoncitos de punto con pelotita, mis gatos son adictos a ellos). Y ahora, claro, han sacado esta cesta-cabañita en dos tamaños, y claro, va directa al carrito de la compra.
Algunas notas de esta edición: