#07
Hola, saludos desde lo más profundo del bosque.
A los japoneses les gusta mucho viajar en tren. Resulta que en el sur de la isla hay una estación llamada Seiryu Miharashi Eki en la que te puedes bajar pero que no lleva a ningún sitio. Esta parada solo tiene una función, que encaja totalmente con esa mentalidad espiritual de Japón: recordar lo importante que es parar y mirar el paisaje en esta ajetreada vida. Y claro, con esas vistas a la montaña no me extraña, es el lugar perfecto.
Y esto es precisamente lo que hacemos cada jueves, parar unos minutos, desconectar, y mirar ese paisaje (virtual) que nos lleva por todo el mundo.
Sin duda, la banda sonora esta semana la tiene que poner Mogwai con su nuevo disco, que lo tengo en bucle desde hace días. Su música es perfecta para quedarse un par de horas contemplando el paisaje en esa parada de tren (y en cualquier sitio):
Empezamos.
La cabaña
Los noruegos tienen un don especial para el paisaje y las cabañas. Hoy os traigo un refugio de montaña construido a mano con madera de pino que es una demostración asboluta de calidez y adaptación al medio.
Tiene techos abovedados para que entre mejor la luz, creando una atmósfera muy espaciosa y cálida en la zona común, que alberga la cocina y la sala de estar, alejándote de las frías temperaturas y aislando la habitación por completo de la nieve.
Está situada en Kvitfjell, que en noruego significa “montaña blanca”, una estación de esquí construida en la década de los ‘90 para las Olimpiadas de Invierno. Uno de los detalles que más me ha fascinado es que, como la madera está sin tratar, con el paso de los años el tejado irá envejeciendo hasta ser más gris y se camufle con la montaña y la naturaleza.
Su arquitecto ha sido Erling Berg.
Aquí, ahora
Via Russell Penny
Viajar
Cuando volvamos a la “normalidad” sé de más de un@ que va a querer reservar esta cabaña en Carolina del Norte y cruzar el charco para pasar una temporada. The Nook se encuentra en la aldea apalache de Swannanoa, un pueblo lleno de árboles y rodeado de montañas. Es un pequeño refugio ecológico y hecho a mano con madera de la zona, lleno de detalles y superacogedor.
Curiosidades
Jack es un anciano de 93 años que se aisló voluntariamente de la sociedad (se hizo un walden en toda regla, vamos), cuando su mujer falleció y vive en el bosque de Ventana, California.
Encontré esta fantastica historia en el blog de Messy Nessy Chic.
#cabin
Brette Haus es una start-up que fabrica tiny houses plegables listas “para llevar”. Han patentado un sistema único para montar y desmontar pequeñas casas prefabricadas de manera sencilla y que sea habitable. Lo mejor es que se montan en tres horas y son totalmente sostenibles, el 90% es de madera reciclada y tienen una huella de carbono cero.
En su web podéis cotillear un poco más cómo lo hacen, qué modelos tienen y hasta precios si os interesa haceros con una.
Tu casa, tu cabaña
Hace años que soy adicta a los cuadernos de Field Notes. Son perfectos para planificar viajes, proyectos, o sencillamente escribir por placer. Su esencia e inspiración viene de los cuadernos de empresas madereras y de semillas que usaban agricultores estadounidenses a principios del siglo pasado.
Con sus ediciones limitadas han conseguido recuperar algo culturalmente olvidado y convertirlo en tendencia (y por qué no, en una necesidad para todo fan del stationery); hasta tienen una suscripción trimestral, ahí lo dejo.
¿Mis favoritos? La colección de parques naturales que es lo más cercano a escribir en el interior de una cabaña.
***
Si te apetece, cuéntame qué te ha parecido o si tienes alguna idea o sugerencia:
También puedes suscribirte en caso de que te la hayan reenviado o compartirla con quien te apetezca.